jueves, 10 de mayo de 2012

LA ESCENA AMUEBLADA

"Crónica del fin del mundo" es una obra que teóricamente se desarrolla en una única habitación, sin embargo, hay otros dos espacios en juego adyacentes al cuerpo principal: el dormitorio de Ulises y la supuesta "salida" del hotel, que bien puede ser un pasillo. Cada uno de éstos tiene una simbología especial que va más allá de su condición de espacio arquitectónico figurado.

Desde el principio, tuvimos como objetivo introducir el mínimo número de elementos posibles en la escena principal. Básicamente ésta está formada por dos ambientes, el de convivencia -enmarcado por las butacas y sillas- y el de expectación -con una mesa y una silla-. Debido a los sucesos que tienen lugar en la obra, cada ambiente tiene una función y simbolismo determinado.

La zona de convivencia es un lugar para entablar amistades y conversar. Los personajes se sitúan en torno a la mesa, beben y hablan de las cosas que les preocupan y de las extrañas viviencias del día.

DONALD No se preocupen caballeros, ahora enviarán a alguien para solucionarlo. Siéntense, aprovechen esta maravillosa oportunidad que nos ha obrado algún tipo de providencia divina y hagamos que un buen whiskey nos ayude a conocernos.

(Se calma un poco el ambiente y se sientan los tres alrededor de la mesa pequeña, Ulises se va ensimismando en sus pensamientos. Donald se pone a servir unas copas)

El otro lado del escenario es bien distinto. La mesa de despacho y su silla están marcadas desde el principio por la presencia del Hombre Gris desayunando cereales. Es como si este lugar fuera un mirador desde el que contemplar lo que sucede desde fuera, del mismo modo que el Hombre Gris mira y juzga a Ulises desde esa posición.

(En la silla se encuentra sentado el Hombre Gris que se encuentra comiendo cereales)


ULISES (llega desde la puerta del dormitorio, en bata y zapatillas. Mira al HOMBRE GRIS, se detiene) ¿Quién es usted?


El espacio escénico sólo se ve roto en una ocasión, durante el sueño de Ulises y la partida de ajedrez. Se trata del momento más surrealista de la obra, en el que la cotidiana habitación se vuelve un espacio indeterminado. El tiempo se detiene y reina la oscuridad.

A nivel de mobiliario hay otro dos elementos muy importantes, que son el teléfono y la televisión. Éstos son utilizados continuamente por Ulises para demostrar a los demás la existencia de esas "señales" presentes durante toda la obra. Otros personajes intentan utilizar los aparatos, unas veces con éxito y otras no, ayudando a la confusión general.

Finalmente, hay que señalar el proceso de transformación de los espacios adyacentes a la escena, que cada vez van atemorizando más a los personajes, llegando a quedar encerrados completamente. Una vez que Ulises comete el suicidio, todo toma unos tintes extraños. Y el culmen de este sentimiento de que algo va a suceder tiene lugar cuando aparece la silueta del Hombre Gris en el umbral de la puerta, una presencia terrorífica que llena de luz una habitación oscura donde reina el caos.

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