miércoles, 25 de abril de 2012

MOON IS THE OLDEST TV

Existe en "Crónica del fin el Mundo" un objeto que lo conecta todo: la televisión. Se ha hablado puntualmente de ésta en alguna de las entradas del blog, pero su trascendencia creemos que merece un capítulo aparte.

En nuestra vida cotidiana, la televisión es como un plano más de la realidad, un nexo con el resto de un mundo que transmite y transmite información a nuestros oídos y retinas. De alguna manera, es como si existiera dentro de esa superficie un aquí y ahora paralelo y ¡tan similar a nuestro entorno inmediato...! El nivel de credibilidad que le da cada persona, es lo que le aporta más o menos realismo. Frente a la televisión, hay posturas de todo tipo -obsesión, intriga, incredulidad, indiferencia- que son las que nos separan o nos vinculan emocionalmente a las imágenes.

ULISES Seguís sin creeros que es real lo que os he contado. ¿Verdad? Siento como si viérais a través de la televisión, desde fuera... 



Ulises será víctima del poder del realismo televisivo. Desde ese momento, la televisión tendrá una función misteriosa y terrible en la obra que hará que la vida del protagonista se debata entre lo que ha visto, lo que cree verdadero y lo que está viviendo.


A nivel escénico, en "Crónica del fin del mundo" esta televisión lo es todo, invade por completo el escenario. Al igual que la Luna está suspendida en el cielo, la televisión también permanece en escena, de algún modo. Esta imagen-entorno es un elemento espacial más, y, probablemente el más importante ya que habla, con la voz del mundo, del anunciamiento del Fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario